jueves, 14 de junio de 2012

De mantilla en Santa Olalla



Parece que la mantilla vuelve a estar de moda en Santa Olalla, sobre todo después de ver las nutridas filas de mantillas que se formaron en la procesión de Viernes Santo y muy especialmente en la del día de la Virgen donde se formaron cuatro filas de mujeres.
La mantilla es el broche de oro de un atuendo elegante, sobrio, solemne y negro para ocasión de la Semana Santa, en que se viste una mantilla negra también. Si fuera para una boda o una procesión de gloria (como es el caso de las de las fiestas de Santa Olalla) la mantilla puede ser de otro color.
Primero se recoge el cabello y se coloca el peinetón que debe estar bien firme y alineado con el cuello y la espalda en postura erguida, y dibujar un perfecto ángulo de 90 grados con la coronilla.
Luego se coloca milimétricamente la mantilla de forma que ambas puntas queden a la misma altura (o sea que el resultado sea absolutamente simétrico), un poco por delante de los hombros y con suficiente vuelo para que cubra la parte delantera del peinetón por completo anclándola con multitud de hebillas invisibles al cuero cabelludo. La mantilla debería caer de forma natural y sin tirones tanto en el frente como por detrás.
Luego se ajusta la mantilla a la base del peinetón por su parte posterior, con exactos pliegues simétricos dibujando un abanico, que se ajustarán con un broche que por lo general es una joya antigua. A partir del broche, la mantilla cae en pliegues por la espalda de la dama hasta un poco mas abajo de la cadera.
Parece sencillo. Pero no lo es. Sobre todo si quieres hacerlo bien la primera vez y frente a las miradas de las santaolalleras mas expertas en mantillas.

Su sueño se hizo cumplir
y esa niña sonrosada,
que en el patio de su casa
a las muñecas jugaba,
a su niñez puso fin.
Es ya una joven coqueta
tiene piel color canela
dieciocho primaveras
y viste mantilla negra
al llegar el mes de Abril.