Este lienzo de 1945 del pintor local Fabriciano Gómez, nos
deja ver cómo era la capilla de la Virgen de la Piedad hace setenta años. Los cambios
que destacan con respecto a su aspecto actual son la desaparición de la
linterna que se abría sobre su tejado y llaman también la atención los arcos
lobulados que aparecen en los otros dos ábsides, elementos originales de la
iglesia que le conferían un aspecto mudéjar que no debería haber perdido.
Este cuadro fue adquirido en 2012 por un santaolallero a un
comerciante del Rastro de Madrid.