Vista general del retablo de Jesús Nazareno de Medinaceli en San Julián |
Una de las mayores responsabilidades y obras de mayor envergadura que tenía que afrontar la Cofradía de Jesús Nazareno de Medinaceli de Santa Olalla, era dar a su titular el retablo que se merecía en su capilla dentro de la histórica iglesia de San Julián.
Uno de los primeros bocetos del retablo |
José Julián del Olmo Soriano es un completo artista dedicado al diseño, la construcción y restauración de piezas de arte religioso, especializado en retablos. Desciende de la familia de artistas manchegos Lara Molina, aunque él está establecido en la ciudad de Elda (Alicante).
Hacia 1945 su padre Julián del Olmo Lara comienza a trabajar junto a sus familiares, con tan solo 12 años, en la restauración de iglesias pasando por todos los oficios del gremio. En 1994 se funda el actual “Taller de arte religioso Julián del Olmo Lara”. En este taller José Julián del Olmo, acompañado de un gran equipo de profesionales, desarrolla su labor artística de retablista recogiendo el testigo generacional. Como anécdota contar que en una de las visitas que José Julián del Olmo realizó a la iglesia de San Julián para tomar medidas, lo hizo acompañado de su padre, con 80 años de edad, que al entrar en la iglesia recordó que él había trabajado en la restauración del retablo del Cristo de la Caridad en la década de 1940.
Nuestro nuevo retablo, de estilo neobarroco, tiene unas proporciones de 3.20 metros de ancho por 7 metros de alto. Es de una única calle con dos cuerpos más ático y esta decorado con dorados y estucados-marmoleados en tonos rojos y verdes.
El retablo arranca con una mesa de altar curva decorada con relieves vegetales, motivos que se repetirán en todo el retablo. En el centro del altar una cartela con el escudo de la Cofradía, bordeado por una corona de espinas, pintado al óleo.
En el banco o predela del retablo se sitúan las bases de las columnas y la peana de la imagen, decorada con un bajo relieve con el emblema “JHS” con tres clavos entrecruzados.
En el primer cuerpo o cuerpo principal, se abre la hornacina para la imagen, bajo un arco rebajado y fondo de enrayado, tan habitual en las representaciones del Cristo de Medinaceli. La hornacina esta flanqueada por seis columnas salomónicas de siete espiras decoradas con vegetación de trepadoras y capitel corintio, estas columnas se disponen en haces de tres columnas a cada lado.
El segundo cuerpo se separa del primero por una cornisa o guardapolvo adornado con canecillos y una nueva cartela para el emblema “S-clavo”. En el centro del segundo cuerpo un oleo sobre lienzo de grandes dimensiones con la imagen de la Virgen de la Piedad, patrona de Santa Olalla. La pintura esta bordeada por dos columnas salomónicas de cuatro espiras y otros relieves florales.
La elección de la temática del lienzo que se pondría en el retablo fue un tema sobre el que se hablo en diversas ocasiones en la Junta de Gobierno de la Cofradía. Un Crucificado, un Resucitado y finalmente la idea de la Virgen María en un momento de la Pasión, se pensó en una Piedad y siendo la Virgen de la Piedad la patrona de Santa Olalla parecía la advocación más apta. Esta decisión se comunico a la Junta Directiva de la Esclavitud de la Virgen que la vio con buenos ojos, alegrándose de que nuestra patrona tuviera también un pequeño espacio en la iglesia de San Julián. En esta pintura de estilo híper-realista, la Virgen de la Piedad de Santa Olalla aparece representada de manera tradicional sobre su trono con el arco de las campanillas, este oleo esta firmado por la pintora Mara Haro.
Otra cornisa guardapolvo lo separa del ático donde el retablo termina con un pequeño monte a modo de calvario. En una cartela el anagrama coronado “Ave María”, escudo de la Virgen de la Piedad de Santa Olalla. Flanqueando el ático dos ánforas decorativas. Y finalmente una Cruz latina lacada en los colores trinitarios y con las puntas floreadas.