Cristo Jesús: gracias por tu amor hasta el extremo y por el mandamiento nuevo del amor fraterno, como tú nos amas; gracias por el sacramento de la Eucaristía, que te hace realmente presente, vivo y vivificante en mi vida; esta noche te acompañaré un buen rato en adoración ante el "Monumento".
A LA SANTA CRUZ
Seca que te trajeron del collado,
plantada en el dolor, has florecido,
y tan grande es tu gozo, que has querido
la amada ser del más Enamorado.
De ti, hecha madre, un Hijo nos es dado,
que, de tanto abrazarlo, lo has herido,
y Él se dejó abrasar sin un gemido
hasta dormir su sueño en tí acostado.
Que Dios feliz en tí, ¡oh Cruz! se sienta,
misterio que va a ser, pues las espinas
las prefirió, dejándonos las rosas.
Lo que es Misterio, y revelarlo intenta
el alma, es que por Él ¿no lo adivinas?
siendo tan fea tú, te vea hermosa.