Juan de Valdes Leal: Cristo de Medinaceli arrastrado por las calles de Mequinez168125 x 30 cm. |
El 30 de abril de 1681, España pierde la plaza de Mámora, conquistada a los moros de Fez en 1614 y llamada por los españoles San Miguel de Ultramar. Cuando el ejército moro, bajo el reinado de Muley Ismael se apodera de Mámora (o Mehdia), quedando todos cautivos: soldados y civiles, así como las imágenes y objetos sagrados que allí había en manos de los Padres Capuchinos que regentaban esta plaza como capellanes, la imagen de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli se encontraba dentro del botín, que fue trasladado a Mequinez, residencia oficial de Muley Ismael. Aunque se consiguió la libertad para los Padres Capuchinos, estos no quisieron abandonar a sus feligreses ni a las imágenes."Habiéndose apoderado los moros de las santas imágenes, hicieron con ellas muchos ultrajes y escarnios, y llevándolas como despojos de su triunfo a la ciudad de Mequinez, las pusieron ante su Rey Muley Ismael. Este las mandó arrastrar por las calles, en odio de la religión cristiana, y después que las echaran a los leones como si fueran de carne humana, para que fuesen despedazadas" (Rafael de San Juan, De la Redención de Cautivos, Madrid 1686, Pág. 105). El Rey mandó arrastrar y echar por un muladar abajo al Cristo de Medinaceli. Este es el momento que pinta Valdés Leal en sus últimos años de vida rememorando el escarnio sufrido por la talla sevillana del siglo XVII, tras la pérdida de la plaza Mámora en 1681.