¡Jesús de Medinaceli!
¡Oh, gran Señor de Madrid!
¡Santo Cristo del Rescate,
siempre dispuesto a morir!
Hace más de medio siglo
Santa Olalla te venera.
¡Qué lujo poder mirarte
por calles de Talavera!
Ved a Jesús, amarrado
con asperísimas cuerdas,
dispuesto a oír de Pilato
la fatídica sentencia.
Mas… ¿por qué digo Pilato?
¿Es que no tengo conciencia?
También yo… y tú… pecadores,
y los que aquí nos contemplan
le sentenciamos a muerte
con nuestras torpes ofensas.
Procesión de la Comarca.
Talavera te contempla,
Cristo de Medinaceli
que Santa Olalla venera.
José María Gómez Gómez