Jesucristo. Señor de la vida, que triunfas sobre la muerte. Has resucitado como habías dicho. Has triunfado sobre el pecado y la muerte, los eternos enemigos del hombre.
Con tu resurrección, abres ante mí la vida nueva de la Pascua. Día del mayor gozo por tu victoria, de esperanza porque espero participar de esa victoria, y de respuesta sincera: Sí, Señor mío y Dios mío, quiero morir al pecado y vivir desde hoy esa vida nueva.
Libre de ataduras de pecado y de muerte, viviré en la esperanza de mi resurrección futura.
¡Contigo para siempre!