Carraca de la iglesia de San Julián (siglo XVIII o XIX) |
Uno de los elementos más curiosos, de los muchos que
guarda nuestra iglesia de San Julián, es una carraca de madera que se utilizaba antiguamente
durante la Semana Santa. En los días de Semana Santa en los que no se pueden
usar las campanas se hacia sonar por las calles la carraca o matraca para
avisar de los oficios religiosos y de las procesiones. En otros lugares de España también en el
ámbito de la Semana Santa, algunas cofradías penitenciales hacen sonar carracas
durante su desfile procesional, y en otros se usa para simular un terremoto
durante el Oficio de Tinieblas.
Se trata
simplemente de una caja de madera, con una manivela que al hacerla girar mueve
dos piñones que golpean a dos lengüetas o tablillas, produciendo un sonido
estruendoso.
A la carraca también se la conoce como matraca, y por lo repetitivo de su sonido nació el dicho de "dar la matraca".